Friday, April 15, 2016

DESCUBRIMOS EL VALOR DE LA IMAGINACIÓN

Como todos sabéis, estamos en el mes en el que solemos celebrar la Semana Cultural. En el centro se planifican muchas actividades diferentes que pretenden acercaros un poquito más a la lengua y la cultura españolas. Y, sobre todo, se intenta que esas actividades sean divertidas, porque APRENDER NO TIENE POR QUÉ SER ABURRIDO.

Hemos tenido la suerte de escuchar a Raúl Vacas:

Raúl Vacas Polo (Salamanca, 1971) es un innovador poeta y escritor que se dedica a crear un tipo de poesía joven y actual. Licenciado en Ciencias de la Información y Diplomado en Educación Social, ha desempeñado labores de edición, animación y gestión cultural y ha colaborado con diversos medios de comunicación y revistas literarias como AtrilÁlamoPetriña y El Cobaya y en varias antologías. Además de seguir escribiendo, en la actualidad coordina e imparte talleres de escritura creativa (presenciales y on line), en colaboración con Centros de Profesores y Recursos, Bibliotecas e Institutos. Ocasionalmente prepara exposiciones de Poesía Visual. Junto con su mujer, Isabel Castaño, también escritora, dinamiza y gestiona La Querida, Casa de Vacas y Castaño, escuela del campo y proyecto didáctico y cultural localizado en Rodasviejas (Salamanca) para fomentar el gusto por el campo y el uso y disfrute de cualquier disciplina creativa al aire libre en el tiempo libre.
Hoy en día está considerado como una de las voces más interesantes de la poesía joven, un verdadero y apasionado creador, un potenciador de inquietudes. Su poesía es sorprendente, fascinante, próxima al corazón. Esto fue lo que nos dijo:
Las palabras son extraños insectos que hacen sus madrigueras en los libros, los diccionarios y las personas y que, al igual que las abejas, acostumbran a pasearse por las flores y las cosas para aprender su sabor y endulzarnos la vida. Muchas de esas palabras las hemos visto crecer y han vivido tanto tiempo dentro de nosotros que ya las consideramos nuestras. Otras, en cambio, las descubrimos a diario en medio de una conversación, al fondo de la tele o tumbadas en el césped de los encerados. Las palabras son tan necesarias como el pan o la leche que tomamos en el desayuno. Y aunque en ocasiones nos persigan para clavarnos su aguijón, la mayoría de las veces revolotean cerca de nosotros con ganas de jugar y de contarnos cosas. Las palabras sirven para todo, incluso para abrir una lata de sardinas con guantes de boxeo o tocar el clarinete debajo del agua.
Creo que lo pasamos muy bien. Aquí os dejo los vídeos de vuestra participación en el taller.