Hemos tenido la suerte de escuchar a Raúl Vacas:
Raúl Vacas Polo (Salamanca, 1971) es un innovador poeta y escritor que se dedica a crear un tipo de poesía joven y actual. Licenciado en Ciencias de la Información y Diplomado en Educación Social, ha desempeñado labores de edición, animación y gestión cultural y ha colaborado con diversos medios de comunicación y revistas literarias como Atril, Álamo, Petriña y El Cobaya y en varias antologías. Además de seguir escribiendo, en la actualidad coordina e imparte talleres de escritura creativa (presenciales y on line), en colaboración con Centros de Profesores y Recursos, Bibliotecas e Institutos. Ocasionalmente prepara exposiciones de Poesía Visual. Junto con su mujer, Isabel Castaño, también escritora, dinamiza y gestiona La Querida, Casa de Vacas y Castaño, escuela del campo y proyecto didáctico y cultural localizado en Rodasviejas (Salamanca) para fomentar el gusto por el campo y el uso y disfrute de cualquier disciplina creativa al aire libre en el tiempo libre.
Hoy en día está considerado como una de las voces más interesantes de la poesía joven, un verdadero y apasionado creador, un potenciador de inquietudes. Su poesía es sorprendente, fascinante, próxima al corazón. Esto fue lo que nos dijo:
Las palabras son extraños insectos que hacen sus madrigueras en los libros, los diccionarios y las personas y que, al igual que las abejas, acostumbran a pasearse por las flores y las cosas para aprender su sabor y endulzarnos la vida. Muchas de esas palabras las hemos visto crecer y han vivido tanto tiempo dentro de nosotros que ya las consideramos nuestras. Otras, en cambio, las descubrimos a diario en medio de una conversación, al fondo de la tele o tumbadas en el césped de los encerados. Las palabras son tan necesarias como el pan o la leche que tomamos en el desayuno. Y aunque en ocasiones nos persigan para clavarnos su aguijón, la mayoría de las veces revolotean cerca de nosotros con ganas de jugar y de contarnos cosas. Las palabras sirven para todo, incluso para abrir una lata de sardinas con guantes de boxeo o tocar el clarinete debajo del agua.
Creo que lo pasamos muy bien. Aquí os dejo los vídeos de vuestra participación en el taller.